Lunes, 20 de marzo de 2023 


¡Buenos días!

Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

NO TENGO A NADIE QUE…

El evangelio nos muestra la compasión de Jesús en muchas situaciones. 

Por ejemplo, nos dice que “En Jerusalén había una piscina llamada Betzatá, donde estaban tendidos muchos enfermos. Entre ellos había uno que llevaba mucho tiempo allí tendido. Jesús se compadeció y le dijo ¿quieres curarte? Respondió: No tengo a nadie que me meta cuando se remueve el agua. Jesús le dijo: ―Levántate, coge tu camilla y anda. En aquel momento el hombre recobró la salud y comenzó a caminar. (Cfr. Jn.5,1-9) 

Video: Anda… levántate y anda:   https://youtu.be/91jgDM45yAg

  • Jesús se compadece de este enfermo. 

Es decir: Padece con…, sufre con su enfermedad y se acerca y le ayuda a salir de esa situación.

  • Nosotros estamos aquí para ayudarnos unos a otros en las dificultades que encontramos en nuestro camino. Nos Compadecemos ante la situación a veces difícil de aquellos compañeros/as. ¿O tal vez también tienen que decir “No tengo a nadie que me eche una mano…

Cuando estamos tumbados en nuestra camilla de la vida. Jesús se acerca a nosotros y nos dice: ¡levántate!, ¡comienza a caminar!, ¡no des nada por perdido!

Si estás desanimado pide a Jesús que cure tu desánimo. Está dispuesto a echarte una mano siempre.

Decimos todos juntos:

PADRE NUESTRO…

DIOS TE SALVE MARÍA…

GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO…

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