¡Buenos Días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Hoy escucharemos este pasaje del Evangelio de San Lucas (11, 27-28).
Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantando la voz, le dijo:
«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo:
«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen». Palabra del Señor.
Reflexión
Todos buscamos la felicidad y ¿dónde la buscamos?… si buscamos felicidad donde no está, difícilmente vamos a ser felices Simplificando mucho las cosas, podemos decir que las personas solo somos felices dando y recibiendo amor.
Escuchar la Palabra de Dios es dejarse guiar por la luminosidad de esta Palabra creadora, llena de cariño, de amor, que acogida nos hace ser anuncio de salud y fe, de justicia y fraternidad; es hacernos Evangelio vivo que quita injusticias y egoísmos, es proclamar con la vida que es posible un nuevo modo de vivir más alegre, más festivo, más dichoso. Atrévete a creer en esta Palabra: dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen para entrar en el misterio amoroso y hacer de esta tierra de misterio una aventura humana con Dios al fondo.
Vemos el siguiente viedo Dar frutos: https://youtu.be/AvWDeqi78U8
Para terminar esta oración, encomendamos a Dios, nuestro Padre, por la salud de nuestra compañera Mikaela Mejía.
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…