NOVENO DÍA DE LA NOVENA. JESÚS, PAN VIVO BAJADO DEL CIELO.


Monición

Queridos Hermanos:

Durante cada día de la Novena de Navidad, hemos reflexionado y profundizado en la fraternidad como camino para llegar a Belén. Jesús es el pan que sana y da nueva vida, por eso estamos llamados a crear un mundo más fraterno porque cada Eucaristía es una Navidad. Jesús, pan vivo bajado del cielo, se hace don como alimento de vida eterna; Él es la mayor manifestación del amor de Dios. 

Iniciamos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Inicial

Señor Jesucristo.

Pan vivo bajado del cielo:

Mira al pueblo de tu corazón

que hoy te alaba, te adora y te bendice.

Tú que nos reúnes alrededor de tu mesa

para alimentarnos con tu Cuerpo, 

haz que superando toda división, odio y egoísmo, 

nos unamos como verdaderos hermanos, 

hijos del Padre Celestial. 

Envíanos tu espíritu de amor, 

para que buscando caminos de fraternidad:

paz, diálogo y perdón,

colaboremos para sanar las heridas del mundo. 

Amén.

Escuchemos la Palabra.

José perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronarse, juntamente con María, su esposa que estaba en cinta. Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.

Palabra del Señor. 

Reflexionemos.

San Lucas nos narra el cumplimiento de la promesa de Dios de habitar entre nosotros. Su nacimiento tiene lugar en un pequeño pueblo, en Belén de Judá, en unas condiciones muy difíciles para María, debido a las normas de pureza que se observaban rigurosamente para no poner en riesgo las tradiciones de su época.

El hijo de Dios, de este modo, nace en medio del silencio y de las insignificancias de la vida; pero que, luego, nos va revelando el amor y la cercanía de su padre como la presencia del espíritu santo y, de una manera especial, su deseo y decisión de hacerse pan para nosotros.

Peticiones.

Busco, es el pan vivo bajado del cielo y con el Sacramento de la eucaristía se ha quedado definitivamente con nosotros para darnos vida en abundancia. Después de cada petición digamos:

  1.  por todos los niños que se preparan para recibir su primera comunión, para que vivan con entusiasmo cada catequesis y puedan así acoger la presencia de Jesús de eucaristía en sus vidas. OREMOS.
  2.  Por todos quienes están pasando por momentos de crisis en su fe, para que la vivencia de la Navidad, sea una experiencia para encontrar la protección amorosa de Dios. OREMOS.
  3.  Señor te pedimos por todas las familias, para que sean el lugar propicio donde se vive una auténtica fraternidad que sana las heridas del mundo. OREMOS.
  4.  por todos nosotros que Durante este tiempo hemos vivido cada día ante la novena para que podamos testimoniar con nuestra vida, todo cuanto hemos meditado y profundizado. OREMOS.

Seguimos pidiendo por la salud de Cristina Maruri y Mikaela Mejía. Por todo esto decimos: Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

Oración Final.

Un hijo se nos ha dado.

Eres tú, Jesús,

el Hijo que me hace hijo.

Me amas como soy,

no como yo me creo que soy; yo lo sé.

 Al abrazarte, niño del pesebre,

abrazo de nuevo mi vida.

Acogiéndote, Pan de vida,

también yo quiero entregar mi vida.

Tú que me salvas, enséñame a servir.

Tú que no me dejas solo, 

ayúdame a consolar a tus hermanos,

porque – Tú sabes – desde este día

 Todos son mis hermanos.

Amén.

(Opcional)

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