Viernes, 2 de febrero de 2024. FIESTA DE LA CANDELARIA


¡Buenos días Familia!

Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

  • Hoy es la fiesta de la Presentación del Señor.     En este año que se nos invita a “encender nuestra Luz” es una fiesta con un sentido especial: Se nos invita a ser luz como Jesús. A iluminar las oscuridades de nuestra sociedad y su dificultades para caminar por la vida construyendo fraternidad y mayor solidaridad.
  • También se celebra la Jornada de la Vida Consagrada: Fiesta de los religiosos y religiosas, de las personas que se consagran al Señor.  «La mies es abundante, pero los obreros pocos. Pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies»

Cuadro de texto:                                Del evangelio según San Lucas     (Lc 2, 22-24.38-40)
Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según manda la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor.  Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.”   Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones.   […]
 El padre y la madre de Jesús estaban admirados de lo que Simeón decía acerca del niño…
 También estaba allí una profetisa llamada Ana…  que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones.  Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
                                                    El regreso a Nazaret
Cuando ya habían cumplido con todo lo que dispone la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su pueblo de Nazaret. Y el niño crecía y se hacía más fuerte y más sabio, y gozaba del favor de Dios.

El evangelio de esta fiesta nos dice:

  • En nuestra oración de Familia hoy te decimos:

Envía a tu Iglesia numerosas vocaciones, obreros a tu mies, personas dedicadas en cuerpo y alma a los demás. Personas entregadas en el sacerdocio, en la vida religiosa y en apostolado laical, en el día a día de la vida. Concédeles un gran amor a Dios y a los hermanos, para que en su misión y en su vida busquen solamente tu gloria. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

        Aclamación: Sé mi luz  (Ain Karen)  

Terminamos esta oración, diciendo juntos:

Padre Nuestro…; Dios te Salve María…; Gloria al Padre…

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