Buenos días, nos ponemos en presencia de Dios y de la Virgen, en el nombre del Padre,
del Hijo, del Espíritu Santo. Amen.
¡GRACIAS, ALELUYA! Jesús: Sé que estás resucitado. Sé que vives para siempre. Por eso
sólo puedo decir: ¡Aleluya! ¡Viva la vida! Resucitar no es sólo vivir después de morir, sino
que, además, es vivir para no volver a morir jamás. Resucitar es también vivir del todo y
para siempre. También me ha dicho que, al resucitar, tú has dado esa nueva vida a todas
las personas; y que los familiares que ya no están con nosotros están viviendo esa vida
nueva que tienes tú y que es la que nosotros empezamos a vivir cuando vayamos con
Dios.
¡Esto sí que es una buena manera de salvar a todas las personas de la muerte! ¡Esta sí
que es una buena noticia! Jesús: ¡Felicidades! ¡Gracias! ¡Tú sí que te has merecido esa
nueva vida maravillosa! ¡Y gracias por haberla ganado para todos nosotros! ¡Gracias!
¡Aleluya!
Terminamos cantando la canción:
Oramos juntos diciendo, Padre Nuestro…Dios te Salve María…y Gloria al Padre…