VIERNES 29 DE ABRIL


¡Buenos días!

Empecemos esta mañana en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Finalizamos la semana y comenzamos nuestra oración con el evangelio del próximo domingo, tercer domingo del tiempo de Pascua. En él Jesús nos habla de confianza, de fe y de amor… Escuchamos con mucha atención una versión dialogada de esa lectura.

Narrador: En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: 

Pedro:Me voy a pescar. 

Narrador: Ellos contestan: 

Discípulos: -Vamos también nosotros contigo.

Narrador: Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: 

Pedro: -Muchachos, ¿tenéis pescado? 

Narrador: Ellos contestaron: 

Discípulos: -No. 

Narrador: Él les dice: 

Pedro: -Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. 

Narrador: La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: 

Juan:  -Es el Señor.

Narrador: Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: 

Pedro:  -Traed de los peces que acabáis de coger. 

Narrador: Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: 

Jesús: -Vamos, almorzad. 

Narrador: Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Narrador: [Después de comer dice Jesús a Simón Pedro: 

Jesús: -Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? 

Narrador: El le contestó: 

Pedro:  -Sí, Señor, tú sabes que te quiero. 

Narrador: Jesús le dice: Jesús: -Apacienta mis corderos. Apacienta mis ovejas…]

Miremos con atención el siguiente video

Todos juntos decimos la siguiente oración:

Jesús, decirte cuánto te quiero con palabras es fácil,

lo complicado es demostrártelo

permanente en mi quehacer diario.

Te ofrezco ser fiel a la oración,

a la formación, al apostolado.

Con tu gracia, lo puedo lograr.

Amén

PADRE NUESTRO…

DIOS TE SALVE MARIA…

GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPIRITU SANTO…

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