¡Buenos días Familia!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
- “Encontrar tiempo para escuchar
Significa dejar de lado otras cosas que nos interesan mucho, pero que no son tan importantes. Muchas veces nos quejamos de la falta de tiempo. Y, sin embargo, pocas personas y pocas culturas han gozado y gozan del tiempo libre que el mundo moderno ha puesto a disposición de muchos (aunque, no de todos). Ese tiempo libre ha quedado llenado por mil cosas que nos impacientan, nos agobian, nos aplastan.
Conviene, de vez, en cuando, renunciar, dejar, apagar, detener el frenesí habitual. Sentarse la familia y crear un clima para la escucha. Lo que uno deje de lado será siempre menos importante que el amor entre los esposos y que la comunicación entre padres e hijos…Aunque se trate de no ver algún día un partido de mi equipo favorito…
En la familia es tan fácil tener “algo que decir”, encontrar eso nuevo, interesante, humano, enriquecedor, que hace que tengamos unas ganas enormes de hablar, de gritar, de comunicar lo que hemos descubierto o me ha enseñado otro.
Muchos silencios en familia nacen de la triste realidad del “no sé qué decir a los míos”.
- Vídeo Canción:
“Cuéntame al oído” (La oreja de Van Gogh)
Cuéntame al oído, muy despacio y muy bajito,
por qué tiene tanta luz este día tan sombrío.
Cuéntame al oído, si es sincero eso que ha dicho o son frases disfrazadas esperando sólo un guiño. Cuéntame, cuéntame.
El cielo acostado detuvo el tiempo en el beso y ese beso a mí en el tiempo.
Cuéntame al oído, a qué sabe ese momento
dónde esperan hoy los días en que aquello era un sueño.
Cuéntame el oído, dónde quedan hoy tus miedos,
si aún guardas sus caricias en la caja del recuerdo.
Cuéntame, cuéntame.
El cielo acostado, detuvo el tiempo en el beso, y ese beso a mí en el tiempo.
Terminamos esta oración, diciendo juntos:
Padre Nuestro…; Dios te Salve María…; Gloria al Padre…