¡Buenos días Familia!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Jesús, nos invitas a seguirte. Nos parece difícil seguirte, pero Tú nos precedes; dejas huellas que nos facilitan el andar.
Te ofreces a ti mismo como CAMINO y dices: “Nadie va al Padre sino por Mí”, “Yo soy el Camino… Quien va por mí no camina en las tinieblas”. Contigo y por ti, como tus Apóstoles, queremos andar… anunciando al Padre, sembrando paz y amor, animando al perdón a tantos hermanos sedientos de verdad.
Echar las redes
[….]
Y una tarde Tú vuelves y nos dices:
«Echa la red a tu derecha, atrévete de nuevo a confiar, abre tu alma,
saca del viejo cofre las nuevas ilusiones,
dale cuerda al corazón, levántate y camina».
Y lo hacemos sólo por darte gusto.
Y, de repente, nuestras redes rebosan alegría,
nos resucita el gozo y es tanto el peso de amor que recogemos
que la red se nos rompe cargada de ciento cincuenta esperanzas.
¡Ah, Tú, fecundador de almas: llégate a nuestra orilla,
camina sobre el agua de nuestra indiferencia,
devuélvenos, Señor, a tu alegría (José Luis Martín Descalzo)
- : Que alguien de la cara:
Terminamos esta oración, diciendo juntos:
Padre Nuestro…; Dios te Salve María…; Gloria al Padre…