¡Buenos días!
Iniciamos esta mañana en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
LECTURA: LO QUE ENFADABA A JESÚS: (cf. Jn. 2, 13-25)
Jesús normalmente era un hombre tranquilo, y de buen humor. Pero cuando se tenía que enfadar, también lo hacía. Como un día que entró en el templo. Y se encontró con que había un montón de gente vendiendo cosas, estafándose unos a otros, aprovechándose de los que tenían necesidades. Entonces se enfadó muchísimo. Hasta tiró algunos de los puestos al suelo y se enfrentó con los vendedores, diciéndoles: «Estáis convirtiendo la casa de Dios en un supermercado». Algunos judíos se enfadaron con Jesús y le decían que no tenía derecho. Pero él les contestó diciendo: «El templo verdadero no son las piedras, ni las normas, ni las paredes. El templo verdadero, ya lo veréis, soy yo. Porque cuando la gente me mire a mí, verá a Dios». Ellos se quedaron muy sorprendidos, y, la verdad, no lo entendían del todo.
REFLEXIÓN:
– Jesús estaba realmente enfadado… Vamos a tratar de imaginar cómo se sintió Jesús ese día.
– Jesús sabía que Dios era bueno, le quería y le llamaba Papá… Por eso se enfadó de veras cuando vio que estaban engañándose y haciendo cosas mal en el templo, que es la casa de Papá Dios.
– Dijo la verdad porque sabía que así el mundo sería mejor: ¿podemos ser más sinceros? Vamos a comprometernos a decir siempre la verdad a nuestros papás, amigos, profes…
Terminamos este momento de oración rezando todos juntos PADRENUESTRO…DIOS TE SALVE MARIA…GLORIA AL PADRE…