Iniciamos Nuestra oración en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
En Caná, encontramos a María con su Hijo Jesús y con sus amigos en su primer signo gozando en las fiestas de bodas con la gente. La alegría era y es don de Dios. Ella siempre está atenta a lo que pasaba a tu alrededor; podemos decir que para que la fiesta no decaiga.
Ahora podemos entender mejor a tu Hijo que mira con compasión a las personas que están abandonadas y se preocupa por ellas, porque están como ovejas sin pastor. Shirim Ebadi nació en 1947. Se graduó en Derecho en la Universidad de Teherán y entre los años 1975-1979 fue presidenta de la Corte de Teherán. A sus 27 años fue la primera mujer juez de Irán.
Después de la revolución islámica de Jomeini (1979) fue obligada a dimitir. Desde entonces da clase en la Universidad de Teherán y como abogada ha defendido a decenas de personas que han sido torturadas o se han visto privadas de su libertad de expresión.
Como muchos abogados iraníes ha estado varias veces en la cárcel, una de ellas en el año 2000 por “manipular” supuestamente una cinta de video con la que intentaba probar la represión policial en las manifestaciones de estudiantes.
Durante 23 días estuvo confinada en una celda, donde pasaba el tiempo leyendo el Corán. Fundó con otras personas la primera organización por la lucha de los derechos humanos después de la revolución. Pese a su baja estatura y su voz suave, esta mujer es un torbellino y tiene un coraje y una valentía excepcionales en un país en el que las mujeres se sienten personas de segunda clase.
Texto: Bodas de Caná Evangelio de San Juan 2, 1-10
Al tercer día hubo una bodaen Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesúsestaba allí, y Jesús y sus discípulos también habían sido invitados a la boda. En esto se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
–Ya no tienen vino.
Jesús le contestó:
–Mujer,¿por qué me lo dices a mí? Mi horaaún no ha llegado.
Dijo ella a los que estaban sirviendo:
–Haced lo que él os diga
Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían entre cincuenta y setenta litros. Jesús dijo a los sirvientes: –Llenad de agua estas tinajas.
Las llenaron hasta arriba, y les dijo:
–Ahora sacad un poco y llevádselo al encargado de la fiesta.
Oración: En la oración hoy hacemos presentes a tantas personas, a tantas mujeres atentas a todo lo que pasa a su alrededor, que se hacen presentes donde pueden ser necesarias. Mantenles así, Señor, que nos recuerden a María, a lo que es dar y regalar vida y alegría. Amén.
Haced lo que él os diga
Finalizamos Nuestra Oración diciendo juntos: Padre Nuestro…Dios te Salve María…y Gloria al Padre…