Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
LECTURA: LA ANUNCIACIÓN DEL ÁNGEL GABRIEL (cf. Lc. 1, 26-38)
María tarareaba una cancioncilla mientras barría
y limpiaba su casa en Nazaret. Era muy feliz.
Estaba pensando en el día de su boda.
María iba a casarse con José, que era carpintero.
María estaba tan ocupada en sus
pensamientos que se sobresaltó al oír aquella
voz. Se giró para mirar… Y sus ojos se
agrandaron por la sorpresa.
Allí junto a la puerta, de pie,
¡había un ángel rodeado de luz!
María sabía que Dios enviaba a los ángeles cuando tenía algo especial que decir, pero ella no esperaba ver nunca a ninguno. El ángel Gabriel se quedó allí de pie un momento. No quería asustarla.
– Te traigo buenas noticias, María –le dijo el ángel suavemente. Dios tiene un plan maravillosos para ti. Vas a tener un niño muy especial. Se llamará Jesús y será el Rey prometido por Dios. El mismo Dios será su padre.
María se frotó los ojos a causa de la sorpresa y dijo suavemente:
– Seré feliz haciendo lo que Dios quiera.
Y entonces, tan rápido como había venido, el ángel Gabriel se marchó.
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre….