ISABEL
ORACIÓN INICIAL
Niño de Belén,
prepara nuestro corazón
para que podamos recibirte.
Ayúdanos a caminar juntos,
con la esperanza de evidenciar con nuestro testimonio,
actitudes de comunión, participación y misión
y permítenos comprender
que al abrazarte en el pesebre,
abrazamos de nuevo nuestra vida.
Amén.
Queridos Hermanos:
Avanzamos en esta ruta trazada para nuestra Novena de Navidad. Hoy Isabel recibe la visita de María que quiere
proclamar la grandeza del Señor por las maravillas que ha hecho en su vida. Sin duda las buenas noticias se comunican y se comparten, por eso María hace partícipe a Isabel de la alegría de la Salvación y llega hasta ella para recordarle que después de un gran sufrimiento siempre hay una gran alegría y, tantos años de infecundidad se ven marcados por la plenitud de la vida que se gesta en el silencio profundo del misterio y del silencio de lo que no se puede comprender sino desde la fe.
Pongámonos en presencia del Señor e iniciemos diciendo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
LECTURA BIBLICA:
Lc 1, 39-45
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo
de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías,
saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la
creatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del
Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: ‘¡Bendita tú
entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién
soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme?
Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo
en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplir á
cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La primera misión de María es la de comunicar y llevar alegría ; la comunicación vivida como un diálogo envuelve a toda la persona : el que comunica y el que escucha. El encuentro y comunicación produce una respuesta exultante, gozosa: “ el niño dio saltos de alegría en el vientre de Isabel” .
Hna. Marina Aguilar, RM
Directora de Obras Misionales Pontificias en Ecuador.
- ¿Estamos atentos a las necesidades de quienes me rodean?
- ¿Cómo podemos ser anuncio de buenas noticias en un mundo donde reina la división, la venganza y el rencor?
COMPROMISO
Llamar por teléfono y /o visitar a un familiar o amigo con quien hemos perdido comunicación y ser partícipes de sus alegrías y tristezas a la luz de la visita de María a Isabel.
PETICIONES
María hace partícipe a Isabel, del gozo que hay en su corazón. Presentemos nuestras peticiones diciendo: Que la alegría de la Salvación, ilumine nuestra vida.
- Por las mujeres embarazadas, para que conscientes de la vida que llevan en su vientre, puedan prepararse de la mejor manera para acoger esta misión de ser madres. OREMOS
- Invoquemos, por aquellos que han perdido la fe, para que puedan descubrir la grandeza del Señor que les invita a participar en la alegría de la Salvación. OREMOS
- Pidamos, por las mujeres que no pueden tener hijos, para que esta experiencia personal que viven les permita comprender que su vida puede ser signo de fecundidad en todo momento. OREMOS
DECIMOS JUNTOS:
PADRE NUESTRO…
DIOS TE SALVE MARÍA…
GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO…
ORACIÓN FINAL
Niño Jesús,
ven a nosotros,
entra en nuestros corazones
y enséñanos el camino que nos conduce a ti.
María,
danos docilidad y humildad,
para entrar en comunión con los planes de Dios.
José,
custodia nuestra fe,
ayúdanos a vivir en obediencia ,
y danos la gracia de escuchar la voz de Dios.
Sagrada Familia de Nazaret,
que nuestras familias sean el lugar propicio
donde podamos descubrir que es posible
vivir en comunión, participación y misión,
siempre a la luz de la Palabra
que ilumina nuestro deseo de “ caminar juntos”.
Amén.
Que, así como María e Isabel experimentan el gozo del encuentro y la plenitud de la vida que llevan dentro, nosotros también podamos ser partícipes de la alegría de la Salvación.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.