JESÚS
Queridos Hermanos:
Durante estos días, hemos recorrido juntos, este camino de comunión, participación y misión. Jesús es el modelo perfecto de este camino que nos conduce al Padre, Él se convierte en la razón de ser de nuestro anuncio y en la verdad absoluta de nuestra fe. Llegar hasta Belén, significa reconocer la presencia total y definitiva de un Dios, que se hace uno de nosotros, que se abaja a nuestra realidad, comparte nuestra historia y nos hace partícipes de la Salvación.
Iniciemos el último día de la Novena de Navidad diciendo:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Niño de Belén,
prepara nuestro corazón
para que podamos recibirte.
Ayúdanos a caminar juntos,
con la esperanza de evidenciar con nuestro testimonio,
actitudes de comunión, participación y misión
y permítenos comprender
que al abrazarte en el pesebre,
abrazamos de nuevo nuestra vida.
Amén.
LECTURA BÍBLICA:
Lc 2 , 4 -7
José, perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió
desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de
David, llamada Belén, para empadronarse, juntamente
con María , su esposa, que estaba encinta.
Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a
luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y
lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos
en la posada.
Palabra del Señor .
REFLEXIÓN
La experiencia nos muestra que ponerse en camino significa disponerse a compartir con los demás la vida con sus luces y sombras, sus alegrías y tristezas, logros y fracasos, dudas y certezas.
José camina con María y Jesús desde Nazaret hasta Belén para el censo. Estando ahí, María alumbra a su primogénito, le envuelve en pañales y lo recuesta en un pesebre. Jesús, desde entonces, se prepara para caminar, de una manera especial, con los pequeños, los pecadores, los que no tienen un lugar. Más tarde, se revela como “el camino, la verdad y la vida ” para aquellos que confían en su Palabra y se arriesgan a dejar todo por el Reino de Dios.
Mons. Luís Cabrera, OFM
Arzobispo de la Arquidiócesis de Guayaquil
Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
- Al contemplar al Niño Jesús en el pesebre, tan débil, frágil e indefenso, su presencia ¿nos mueve a cambiar de actitud?
- ¿Cómo hemos vivido los compromisos de cada día de la Novena de Navidad?
COMPROMISO
Invitar a nuestros familiares, amigos y personas que han participado en la Novena de Navidad, para que puedan ser partícipes de la Santa Misa de Noche buena y de Navidad.
PETICIONES
Hoy el Señor Jesús con su nacimiento nos manifiesta el amor infinito de Dios a la humanidad, por eso con un corazón
lleno de esperanza presentamos nuestras peticiones:
Jesús camino de comunión, participación y misión, escúchanos.
- Por la Iglesia universal para que llegando hasta Belén, pueda reconocer la acción misericordiosa de Dios que nos da la Salvación por medio de su Hijo. OREMOS.
- Por quienes en esta Navidad estarán lejos de sus familiares y amigos para que el Señor los anime y les permita sentir a a distancia el cariño y afecto de todos quienes son parte de su vida. OREMOS.
- Por nosotros que a través de la Novena de Navidad, hemos vivido estos días de reflexión y oración, para que podamos ser coherentes con todo lo que “ hemos visto y oído”. OREMOS.
DECIMOS JUNTOS:
PADRE NUESTRO…
DIOS TE SALVE MARÍA…
GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO…
ORACIÓN FINAL
Niño Jesús,
ven a nosotros,
entra en nuestros corazones
y enséñanos el camino que nos conduce a ti.
María,
danos docilidad y humildad,
para entrar en comunión con los planes de Dios.
José,
custodia nuestra fe,
ayúdanos a vivir en obediencia ,
y danos la gracia de escuchar la voz de Dios.
Sagrada Familia de Nazaret,
que nuestras familias sean el lugar propicio
donde podamos descubrir que es posible
vivir en comunión, participación y misión,
siempre a la luz de la Palabra
que ilumina nuestro deseo de “ caminar juntos”.
Amén.
Que al contemplar la presencia de Jesús en el portal de Belén, podamos reconocer su acción en nuestras vidas.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén