¡Buenos días!
Empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
La lucha contra el hambre sigue siendo un enorme desafío.
A pesar del extraordinario crecimiento mundial de la economía en las últimas décadas, casi dos mil millones de personas viven actualmente en la pobreza más absoluta, la desigualdad sigue creciendo entre los países y también dentro de cada nación, y el hambre es una lacra sin erradicar, que afecta a casi mil millones de personas. Además, nuestro modelo de crecimiento económico sigue generando grandes daños al planeta en sus procesos de producción y de consumo, haciendo que nuestro modelo de desarrollo sea insostenible a largo plazo
Felices los que aman en concreto.
Los que no se quedan en palabras,
sino que muestran su amor verdadero
en obras de vida, de compañía
y de entrega sincera,
sin distinciones de color, piel o dinero.
Felices los que comparten sus bienes,
don-regalo del Buen Padre Dios,
para vivir como hermanos.
Los que no guardan con egoísmo,
sino que brindan y comparten.
Terminamos diciendo:
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…