¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Hoy comenzamos nuestro día con este estupendo poema-oración basado en un fragmento del evangelio que seguramente te sonará:
Cada mañana
- Cada mañana sales al balcón y oteas el horizonte por ver si vuelvo.
- Cada mañana bajas saltando las escaleras y echas a correr por el campo cuando me adivinas a lo lejos.
- Cada mañana me cortas la palabra te abalanzas sobre mi y me rodeas con un abrazo redondo el cuerpo entero.
- Cada mañana contratas la banda de músicos y organizas una fiesta por mi por el ancho mundo.
- Cada mañana me dices al oído con voz de primavera: Hoy puedes empezar de cero.
¡Despiértame!
Despiértame, Señor, cada mañana
para que aprenda de nuevo a amanecer.
Despiértame, Señor, pon tu mirada en mi corazón
-para que en todo hoy te pueda encontrar y alabar.
– para que en todo hoy te pueda /encontrar y alabar (2)
-… para que en todo hoy te pueda contemplar.
DECIMOS JUNTOS:
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…