¡Buenos Días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Vemos el siguiente video “Hermano entre los hombres” (kairoi): https://youtu.be/fG9C–O-YzM
¡HERMANOS!
“LLEVÁIS EL DULCE NOMBRE DE HERMANOS”
El Hermano Gabriel escribía en una de sus cartas
a los primeros hermanos de la Sagrada Familia
estas palabras, que han llegado a nuestros días:
“Lleváis el hermoso nombre de ‘Hermanos’, no
permitáis que os llamen de otra manera; pues los
nombres de dignidades inspiran e imponen
respeto; éste, por el contrario, sólo sugiere
sencillez, bondad y caridad”.
El hermano Enzo Biemmi, un hermano italiano,
nos actualiza y explica este término de Hermano:
“La palabra ‘hermano’, y su realidad, nos remite a los primeros siglos de la Iglesia. Sin embargo, palabra ‘Hermano’ en sentido moderno, viene de Juan Bautista de La Salle: su institución de los
Hermanos de las Escuelas Cristianas, hacia finales del S. XVII, que elige la palabra “Hermano” (Hermana) como estilo y modelo que inspirará la larga serie de congregaciones con carácter exclusivamente laico del S. XIX”
Oración:
Señor, en nuestra oración de Familia Sa-Fa hoy te pedimos por cada uno de los Hermanos de la Sagrada Familia, por su fidelidad a su vocación y a la misión de educación, catequesis y animación que llevan desempeñando y viviendo desde los tiempos del H. Gabriel.
Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-22
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
«Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito:
«El celo de tu casa me devora».
Palabra del Señor.
Reflexión
El evangelio de ese día nos recuerda que los judíos tenían el gran Templo de Jerusalén justamente para relacionarse y rendir culto a Dios, pero algunos lo habían convertido en un mercado para vender sus propias mercancías y animales. Jesús les expulsa y les recuerda que el Templo es la casa de Dios su Padre, con el que han de mantener una relación muy íntima.
Les recuerda también que su cuerpo, su persona es un auténtico santuario, que ningún terremoto, ni su propia muerte podrán destruir. Jesús es el mejor santuario que tenemos al que debemos acudir en todos los momentos de nuestra vida.
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
V/. Venerable Hermano Gabriel Taborin
R/. Ruega por nosotros