Lunes 12 de diciembre de 2022


Queridos Hermanos:

Sean bienvenidos a este segundo día de la Novena de Navidad. Hoy, recordaremos el anuncio que el ángel le hace a María y su respuesta oportuna que se resume en un SI generoso que nos concede la Salvación. María se muestra esperanzada en la promesa que le ha sido  confiada y parte sin demora para compartir el gozo de la vida que lleva dentro.

Iniciamos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Lectura del evangelio según San Lucas 1, 26-39

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José.

La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús». María le dijo entonces al ángel: «¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios».

María contestó: «Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho». Y el ángel se retiró de su presencia.

María se levantó y partió sin demora a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Palabra del Señor.

Mensaje del Papa Francisco

‘María se dejó interpelar por la necesidad de su prima anciana. Pensaba más en los demás que en sí misma. Ante una necesidad concreta y urgente, hay que actuar con rapidez. ¡Cuántas personas en el mundo estén esperando la visita de alguien que los atienda! ¡Cuántas personas mayores, cuántos enfermos, presos, refugiados necesitan nuestra mirada compasiva, nuestra visita, un hermano o una hermana que rompa las barreras de la indiferencia!

Presentemos al Señor nuestras súplicas, confiando siempre en su protección amorosa y por intercesión de María digamos: Señor, que como María podamos aceptar tu voluntad.

  1. Te pedimos Señor por nuestra Iglesia para que sea siempre el lugar de acogida, de escucha y de      diálogo, bendice a todos quienes tienen en sus manos la tarea evangelizadora  de llevar la Buena Nueva a todos los lugares. OREMOS.
  2. Fortalece Señor en nosotros, la capacidad para aceptar la voluntad de Dios en nuestra vida y que a ejemplo de María podamos decir SI sobre todo en el momento de a adversidad y de las dificultades. OREMOS.
  3. Que podamos salir presurosos en ayuda de quien nos necesita, haciendo un alto en nuestro camino para detener nuestra mirada y nuestra atención ante el dolor y el sufrimiento de nuestros hermanos. OREMOS.
  4. Por todas las familias que pasan por momentos de dificultades, de rupturas y de tensiones, para que el Señor suscite en sus corazones la capacidad de diálogo y de escucha para superar las diferencias. OREMOS.

(Se pueden añadir algunas peticiones)

Padre Nuestro…

Dios te salve María…

Gloria al Padre…

 Villancico – Claveles y Rosas

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