¡Buenos días!
Comenzamos la mañana en el Nombre del Padre y el Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Hoy vamos a rezar con un salmo, que es un poema dirigido a Dios. Vamos a pensar que Él nos mira, nos quiere y nos escucha siempre. En él reconocemos que Dios es maravilloso, que nos ha creado porque nos quiere y nos ha dado toda la creación El salmista contempla las maravillas de la creación: el cielo estrellado, el reflejo plateado de la luna, los animales al servicio del hombre.
Señor, dueño nuestro,
¡qué maravilloso eres en toda la tierra!
Cuando veo el cielo que hiciste con tus manos,
el sol, la luna y las estrellas que formaste,
me gusta decirte:
Señor, dueño nuestro,
¡qué maravilloso eres en toda la tierra!
¿Quién soy yo para que un Dios tan grande
se acuerde de mí y me cuide?
Me hiciste casi como a los ángeles.
Señor, dueño nuestro,
¡qué maravilloso eres en toda la tierra!
Me has dado todo lo que hiciste,
para que sea yo quien lo cuide:
las ovejas, las vacas, los animales del campo,
las aves del cielo y los peces del mar.
Señor, dueño nuestro,
¡qué maravilloso eres en toda la tierra!
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…