¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
“CONCÉDEME, SEÑOR, UN CORAZÓN”
Necesito un corazón encendido y despierto,
atento al signo, a la palabra, a la llamada.
Un corazón al que el amor mantenga despierto.
Necesito un corazón digno y limpio,
un corazón bueno y generoso;
que se mantenga fiel a sus principios y valores,
a sus compromisos, a tu amor.
Necesito un corazón desapegado,
pobre, humilde, enteramente liberado.
Ayúdame, Señor, a salir de mí mismo.
A no hacer caso de las voces
que me incitan a vivir encerrado en mi pequeño mundo,
en mi bienestar y comodidad.
Dame, Señor, un corazón sensible,
que sepa escuchar de verdad otras voces:
la voz de los que sufren: ¡Tu voz, Señor!
Dame valentía, Señor, para vivir siguiendo tu Evangelio.
Canción del lavatorio. Valiván https://youtu.be/PMJzjt87I9w
Decimos todos juntos:
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…