¡Buenos días y feliz semana!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Para comenzar este tiempo de oración vamos a calmarnos… A respirar profundamente, a cerrar los ojos y a prestar mucha atención. Le podemos decir muy muy bajito; Aquí estoy, Jesús, dispuesto a estar un rato contigo…
Os invitamos a hacer la oración de esta mañana a través del evangelio de ayer. Jesús nos hace esta semana una propuesta: SER COMO ÉL. Lo podemos leer en el siguiente texto adaptado.
LECTURA: YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD, Y LA VIDA – (cf. Jn 14, 1-12)
Los amigos de Jesús tenían mucha curiosidad y querían que les contase más cosas de Dios y del cielo. Jesús intentaba explicárselo y les puso una imagen, la de la casa. Les decía: «La casa de mi Padre es como un lugar con muchas habitaciones, y yo os voy a preparar un sitio a cada uno allí».
Entonces Tomás le preguntó: «¿Y cómo se llega hasta la casa de tu padre?» Porque pensaba que era un lugar de la ciudad. Pero Jesús le dijo: «Mira, yo soy el camino, la verdad y la vida. Si quieres llegar hasta el Padre, tienes que recorrer mi camino, confiar en mi verdad, y vivir mi vida». Con eso les quería decir que tenían que ser como él.
Otro de sus amigos, Felipe, le preguntó: «Jesús, ¿por qué no nos presentas a tu padre Dios?» Y Jesús le dijo: «Pero hombre, ¿no te das cuenta?, si me conoces a mí, ya conoces a Dios».
Y se quedaban muy sorprendidos oyéndole.
REFLEXIÓN:
Trata de imaginar un camino que recorras a menudo… por ejemplo el de casa al colegio o a casa de los abuelos… Imagina que Jesús te acompaña… ¿Cómo reaccionarían las personas si te portaras como Jesús lo hace…?
Para terminar, vamos a hacer la siguiente oración. Puede leer cada frase un compañero y decir todos al final JESÚS, QUIERO SER COMO TÚ.
Cuando vea a mis amigos sufrir por algo…
Cuando quiera hacer algo que no está bien…
Cuando por pereza deje de ayudar a alguien…
Cuando sienta en mi corazón que tengo que pedir perdón…
Cuando al contemplar la naturaleza vea todo lo que has creado…
JESÚS, QUIERO SER COMO TÚ.
Terminamos rezando juntos:
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…