¡Buenos días y feliz semana!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Proponemos como oración del día de hoy un texto adaptado sobre el evangelio de ayer domingo, Fiesta del Corpus.
Jesús siempre utilizaba imágenes muy acertadas. Como aquel día que les dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre, el pan que yo reparto soy yo mismo, para alimentar a todos».
Algunos no entendían nada, y le miraban con los ojos abiertos como platos, como si Jesús estuviera hablando al pie de la letra. Y claro, no era eso. Jesús seguía intentando que entendieran: «No solo tenéis que comer mi sangre, también beber mi sangre, que es bebida verdadera». ¿Os imagináis? No se refería a hacerlo al pie de la letra.
Como se daba cuenta de que no lo entendían se lo intentaba explicar: «Yo soy un pan que ha venido del cielo, un alimento que ha mandado Dios. No es como el pan de harina, que al cabo de un rato vuelves a pasar hambre. Comer el pan que yo traigo es escuchar mi palabra, es vivir como yo, es amar como yo amo, que es la manera de Dios, y es acogerme en vuestro corazón».
Podemos ver, después, este enlace, en el que nos explica de forma resumida, en qué consiste la fiesta del Corpus: https://youtu.be/0VLz76MCpCg
REFLEXIÓN:
– Vamos a pensar en algo que hemos aprendido con Jesús… Por ejemplo, nos ha enseñado lo importante que es perdonar y pedir perdón… Cuando lo hacemos nos sentimos bien.
– Lo que Jesús nos enseña no es como algo que aprendemos en clase, que se nos acaba olvidando. Sus enseñanzas llenan nuestra vida de cosas importantes. Jesús lo compara con un pan, que cuando lo tomas, estás lleno para siempre.
– Tenemos que llenar nuestra vida de estas cosas tan importantes: amor, alegría, paz, perdón… Así sentiremos nuestra vida siempre llena.
Terminamos este tiempo de oración rezando juntos:
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…