¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
LLENOS DE VIDA
Hoy comenzamos Hoy hacemos oración con una sencilla historia que nos invita a mirar con sabiduría este curso vivido, y quizá desde lo soñado al comenzar.
“Había un señor que tenía cuatro hijos. Buscaba que aprendieran a no juzgar las cosas rápidamente y superficialmente; entonces les envió a cada uno, por turnos, a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia. El primer hijo fue enviado en el invierno, el segundo en primavera, el tercero en verano y el hijo más joven en el otoño.
Cuando todos ellos habían ido y regresado, los llamo y juntos les pidió que describieran lo que habían visto.
El primer hijo menciono que el árbol era horrible, doblado y retorcido.
El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.
El tercer no estuvo de acuerdo. Él dijo que estaba cargado de flores, que tenía aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.
El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos. Dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.
El padre explicó a sus hijos que todos tenían razón, porque ellos solo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol. Y que no deben juzgar a un árbol, o a una persona, mirando solo una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son puede ser sólo medida al final, cuando todas las estaciones han pasado”.
Recreación (Nico Montero) https://youtu.be/Fc_bSPPTSVI
Decimos todos juntos:
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…