¡¡¡Buen día para todos!!!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nuestra Oración girará en torno al siguiente Interrogante:
Tú eres sal, ¿lo sabías?
“Sal de tu tierra” no hace referencia solamente a que salgas de tu realidad, sino a que en esa misma realidad tú eres sal. Una sal que sala, que da sabor a los momentos vividos, que da sentido al día a día. No podemos dejar que pasen los días de una manera sosa, insípida… Piensa en tu plato favorito, ¿a que dejaría de serlo si no tuviese buen sabor? Pues para ello necesita un poco de sal que le realce el sabor. ¿Quieres ser tú esa sal que hace que el día a día sepa un poco mejor?
Os invitamos a que penséis qué situaciones en tu casa necesitan que tú seas sal, que tú aportes ese punto de sabor y alegría que estás llamado a aportar. Podemos compartir en voz alta con todos los compañeros esta pequeña reflexión.
Tenemos en cuenta en nuestra oración a la Licenciada Nancy Merino, las Señoritas Jenixer Castillo y Mikaela Mejía.
Decimos Juntos, Padre Nuestro…Dios te Salve María…y Gloria al Padre…
Excelente jornada para todos.