Iniciamos nuestra oración en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Reflexión para el día:
LA ORACIÓN
La oración debe acompañar el camino y la obra de los misioneros para que la gracia divina haga fecundo el anuncio de la Palabra. El sacrificio, aceptado con fe y sufrido con Cristo, tiene valor salvífico. Si el sacrificio de los misioneros debe ser compartido y sostenido por el de los fieles, entonces todo el que sufre en el espíritu y en el cuerpo puede llegar a ser misionero, si ofrece con Jesús al Padre los propios sufrimientos. El testimonio de vida cristiana es una predicación silenciosa, pero eficaz, de la palabra de Dios. Los hombres de hoy, aparentemente indiferentes a la búsqueda del Absoluto, experimentan en realidad su necesidad y se sienten atraídos e impresionados por los santos que lo revelan con su vida.
Escuchamos la siguiente canción:
Finalizamos orando por nuestros misioneros, Padre Nuestro…Dios te Salve María…y Gloria al Padre…
Excelente jornada para todos.