En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ayer, domingo, comenzamos el Adviento, es decir, el tiempo de preparación para la Navidad. El evangelio de la Eucaristía nos invitaba y nos invita a vivir con la cabeza bien alta porque se acerca nuestra liberación. Lo acogemos atentos.
- Lectura del Evangelio según san Lucas (Lc 21,25-28.34-36):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad, ante lo que se le viene encima al mundo.Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.»
Palabra del Señor
Hacemos juntos la siguiente Oración:
- ESPERAR (UNA ACTITUD)
¡Qué fácil es esperar
cuando la esperanza es cierta!
Quiero esperarte despierto
pues sé que no tardarás.
Sé, Jesús, que vienes ya,
sé que siempre estás viniendo;
gracias por tantos momentos
en que te siento llegar.
Y cada vez que tú llegas,
cuando siento que tú estás,
crece otra esperanza:
Ven, Señor, no tardes más.
Esperar es la fuerza en el camino,
la luz en la oscuridad;
es crear en nuestro barro
espacios de eternidad.
Esperar
Es saber que cuando empieza
algo bueno
eso ya no morirá.
Esperar es dejarte poseer
por las ganas de luchar,
de vivir y de sembrar.
Esperar es sembrar en cada surco
simiente de amor y paz
Y saber que la cosecha
alguien la recogerá.
Esperar
Es dejarte poseer
Aquí por la eternidad
Excelente Jornada para todos…