¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Esta oración nos ayuda a darnos cuenta de que la diversidad es buena, porque nos enriquece a todos.
Se puede leer primero individualmente, después, repetir en voz alta la frase que más les ha gustado y terminar leyéndola entera en voz alta todos juntos.
Amigo Jesús, en tu grupo de amigos
nadie era más que el otro.
Todos sabían vivir unidos
sin preocuparse de sus diferencias.
Ayúdanos a entender
que nuestras diferencias
nos acercan y no nos alejan.
Siendo distintos damos variedad.
Somos como los campos,
llenos de mil colores
que reflejan todo lo que Tú eres.
Terminamos nuestro momento de oración rezando unidos
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Venerable Hermano Gabriel Taborin.
Ruega por nosotros.
Evangelio según san Lucas (6,20-26):
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre.
Palabra de Dios
Reflexión
Los Diez Mandamientos tienen que ver con el «hacer», pero las Bienaventuranzas tienen que ver principalmente con el «ser». Nuestro ser es lo primero; el hacer fluye de nuestro ser. En otras palabras, lo que hacemos está determinado por lo que somos. Muchos cristianos parecen cansados, aburridos y faltos de alegría, precisamente porque basan su fe en ese laborioso hacer y deshacer sin haber descubierto el amor que lo hace posible.. James Alison, la fe cristiana no consiste en hacer el bien, ni siquiera en ser bueno; ¡se trata de ser amado!