¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Mañana 1 de noviembre celebramos el día de todos los santos y santas. Cuando miramos a los santos pensamos en personas mayores y que nos quedan como lejos. Pero no es así muchas veces, ni del todo. Mira lo que dice el papa Francisco en su última carta:
“El corazón de la Iglesia también está lleno de
jóvenes santos, que entregaron su vida por Cristo,
muchos de ellos hasta el martirio. Ellos fueron
preciosos reflejos de Cristo joven que brillan para
estimularnos y para sacarnos de la modorra. El
Sínodo destacó que «muchos jóvenes santos han
hecho brillar los rasgos de la edad juvenil en toda su
belleza y en su época fueron verdaderos profetas
de cambio; su ejemplo muestra de qué son capaces
los jóvenes cuando se abren al encuentro con
Cristo»
Escuchamos la siguiente canción “Santo eres” https://youtu.be/UNCdpRhiRow
Te pido, Señor, te pedimos energía para luchar,
grandeza de alma para amar, ternura para acoger
de verdad nobleza para no ser rastrero,
rebeldía para hacer el bien a todos, sinceridad para no ser un farsante,
decisión para vivir mis sueños, dignidad para ser persona, tesón para estudiar con constancia, alegría para saber vivir, fuerza para confesar la verdad,
espíritu de sacrificio para ser más fuerte, luz para conocer mis defectos,
entusiasmo para ser tu enviado y testigo.
Todo, aunque nos cueste, quiero seguir tu camino.
Amén
Lectura del santo evangelio según san Lucas 14,12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.»
Palabra del Señor.
Reflexión
Jesús conoce nuestros corazones, y propone un desafío radical para las numerosas maneras que empleamos en nuestras búsquedas personales. Nos invita a tener un corazón abierto y libre, que no busque ninguna recompensa por ser generoso: ése es su propio premio. Muchos de nuestros esfuerzos y elecciones están determinados, o al menos influidos, por las expectativas y conducta de los demás. Jesús usa un ejemplo muy simple pero claro para desafiarnos a dar libremente, sin esperar nada a cambio. Solo podemos hacer esto si estamos conscientes de que hemos recibido todo gratuitamente.
Encomendamos a Dios, nuestro Padre, por la salud de la señora Katherine Tamayo.
Padre nuestro….
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
V/. Venerable Hermano Gabriel Taborin.
R/. Ruega por nosotros