¡Buenos días a todos!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
LECTURA: EL JUEZ INICUO Y LA VIUDA – (cf. Lc. 18, 1-8)
Jesús nos pone un ejemplo para que
comprendamos que la oración debe ser
insistente, y constante: En un pueblo había
un juez injusto. Una mujer viuda iba cada día
a decirle: ¡Hazme justicia contra quien me
trata mal! Pero el juez no le hacía caso.
Pero ella insistía y todos los días le pedía
justicia. Por fin, el juez, cansado de la mujer,
atendió su reclamación.
No os canséis de rezar a Papá Dios.
En esta oración pedimos a Dios por la pronta recuperación de la señora Katherine Tamayo.
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Venerable Hermano Gabriel Taborin.
Ruega por nosotros