¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Acogemos hoy esta historia del Evangelio en la que Jesús actúa compasivo con aquellos que encuentra en su camino.
Curación de un paralítico. (Juan 5, 1-3. 5-16)
“Echados en el suelo, se encontraban muchos enfermos, ciegos, cojos y tullidos. Había entre ellos un hombre enfermo desde hacía treinta y ocho años. Cuando Jesús lo vio allí tendido y supo del mucho tiempo que llevaba enfermo, le preguntó:
- En los evangelios, los fariseos y también “los discípulos de Jesús demuestran con frecuencia que no tienen compasión –en contraste con la actitud de Jesús. Básicamente dicen: “Que se las arreglen solos…”.
Es una actitud común entre nosotros los humanos, también para las personas religiosas e incluso dedicadas al culto. También entre nosotros los jóvenes.
Nos lavamos las manos. El papel que ocupamos no es suficiente para hacernos compasivos, como lo demuestra el comportamiento del sacerdote y el levita que, al ver a un hombre moribundo al costado del camino, pasaron de largo dando un rodeo (cf. Lc 10,31-32). Habrán pensado para sí: “No me concierne, no me afecta”.
Siempre hay un pretexto, alguna justificación, alguna excusa para mirar hacia otro lado…”
Canción: Cuando no pueda más. (Luis Guitarra) https://youtu.be/W9aK3mOJCDU
Decimos todos juntos:
PADRE NUESTRO…
DIOS TE SALVE MARÍA…
GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO…