¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
El camino de la Cuaresma es largo, pero se pasa rápido y lo importante es lo vivido en ella. Esta oración nos propone lo esencial y fundamental de este tiempo.
– 40 días
para hacer una selección,
para quitarnos el lastre de todo lo que es inútil,
como cuando hay que atravesar un desierto
y no podemos rezagarnos;
– 40 días
para no seguir conformándonos
con el «justo lo necesario»,
para salir de los mínimos indispensables;
– 40 días
para educar el corazón y para amar;
para aprender a amar de una manera nueva,
al estilo de los primeros días;
– 40 días
para educar el espíritu,
liberarlo de sus obsesiones
de sus ideas preconcebidas
y abrirlo a la novedad.
– 40 días
para educar la mirada
en superar el desgaste
y atravesar la pantalla
de las máscaras y las apariencias;
– 40 días
para caminar a otro ritmo,
para cambiar de estilo, para limpiar la casa,
para purificarse;
– 40 días
para mirar a los otros, para mirar a Dios,
para escuchar la Palabra de Cristo
y dejarle hacer su obra de restauración
en el secreto de nuestros deseos.
– 40 días para ser transfigurados,
– 40 días para crecer con el Evangelio,
– 40 días para aprender a vivir.
Terminamos diciendo:
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…