Jesús siempre dice que todo lo que hagamos y todo lo que recemos y todo, todo… si no ayudamos a los pobres, si no lo vais a dar. La limosna solo tiene sentido si se da con el corazón, claro. Si das algo porque te sobra, no vale de mucho. Por eso, también nuestra limosna puede ser de algo que no sea compartir lo que tenemos, no sirve de nada. Cada uno que piense si puede dar una parte de su propina o algo que tenga para otros que lo necesiten más. No vale pedirlo en casa, aunque podéis contarles esto a vuestros padres para que ellos también lo hagan. Y luego pensáis donde o a quién se da ese dinero… Por ejemplo, dar compañía a alguien que está normalmente solo…
En un momentito de silencio, que cada uno piense qué limosna va a hacer en esta Cuaresma…
Decimos juntos:
Padre nuestro…
Dios te salve María..
Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo…