¡Buenos días!
Empecemos esta mañana en el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo. Amén
Hoy la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora de Fátima. La tradición nos cuenta que María eligió nuevamente, como en Belén, a unos pastores para hacerles llegar su mensaje.
Que vivamos durante este día esta propuesta de la Madre Teresa de Calcuta:«Sed la expresión viva de la amabilidad de Dios; amabilidad en vuestro rostro, amabilidad en vuestros ojos, amabilidad en vuestra sonrisa, amabilidad en vuestra afectuosa manera de saludar. En los bajos fondos, vosotros sois la amabilidad de Dios hacia los pobres. (Hacia los enfermos) Regalad siempre una sonrisa gozosa a los niños, a los pobres, a todos los que sufren y se encuentran solos. Dadles no sólo vuestros cuidados, dadles también vuestro corazón» (Teresa de Calcuta)
María, nuestra Madre, fue siempre una mujer humilde.
María demostró su humildad estando siempre dispuesta a servir a los otros, como a su prima Isabel, a la que no le importó ayudarle durante tres meses, cuando ya sabía que Ella sería la Madre de Dios.
María como mujer humilde nunca buscó destacar ni ser ensalzada, nunca se lee en el Evangelio que María se presentase en público cuando Jesús era recibido en triunfo, como cuando entró en Jerusalén con tantos honores entre palmas y vítores, pero sin embargo sí lo acompañó en los momentos más difíciles y no le importó estar presente en el Calvario a la vista de todos, sin importarle la deshonra, ante todo el pueblo, de darse a conocer como la madre de un condenado que moría como un criminal
Por eso Madre hoy queremos ser HUMILDES como Tú.
PADRE NUESTRO…
DIOS TE SALVE MARÍA…
GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO…