ENCUENTRO DE DOS MUJERES
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AmenEn este último día de Mayo, celebramos la fiesta de la visitación de María. Al enterarse de que su prima Isabel puede necesitar su ayuda, María no duda en ponerse en camino hacia Ain Karem, donde vivían Zacarías e Isabel. En la casa de Isabel dos mujeres se buscaron y encontraron al Dios de la vida. Las dos se anuncian mutuamente la Buena Noticia de la salvación. Esta vivencia compartida es lo que de verdad y radicalmente transforma sus vidas.
«Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno Isabel quedó llena del Espíritu Santo y exclamó a gritos: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor? Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lc 1, 40-45)
Gracias a ti, María, buscadora de Dios en los pobres. Gracias, María, por enseñarnos que las pequeñas cosas son lugar de encuentro. Gracias, María, por presentarnos a Dios como hogar donde se crea familia. Gracias, María, por tu relato de salvación compartido con tu prima Isabel. Gracias, María, por estar llena de gracia y de vida.
A toda vela.Embárcate. Desplegad velas | Inmediatamente después de haber tenido Pablo aquella visión preparamos el viaje a Macedonia, seguros de que Dios nos estaba llamando para anunciar allí la Buena Noticia (Hch. 16, 10) |
Decimos juntos:
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…