RESTAURÓ MI CORAZON
¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Hoy comenzamos nuestra semana haciéndonos eco del evangelio del domingo que nos decía en una de sus partes:
Nos unimos en oración a esta propuesta de Jesús, con esta sencilla reflexión-oración:
¡Cuántas son las piedras de mi corazón!
La piedra fría de mi indiferencia,
La piedra dura de la violencia,
La piedra solitaria de mi individualismo y egoísmo
La piedra grande de mi orgullo y soberbia
La piedra gorda de mi codicia y ganas de poseer sin fin
Convierte, Señor, estas piedras en panes:
Pan de ternura y amistad
Pan de ofrenda y generosidad
Pan de transparencia y bondad.
Recibe, Señor, nuestro corazón de piedra
y transfórmalo en corazón de carne.
Decimos juntos:
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…