¡Buenos días!
Empecemos esta mañana en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
EL Magníficat es un canto recogido en los evangelios y puesto en labios de María. La alegría de una persona se refleja en las canciones que acompañan su vida de cada día. El canto del Magnificat es el espejo del alma de María y de sus vivencias.
Dice así:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor. Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a su pueblo (Israel, su siervo,) acordándose de la misericordia, -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abraham y su descendencia por siempre» (Lc 1,46-56
Comentario:
María lleva grabadas en su alma la ternura y la compasión de Dios hacia los más pobres. La alegría la encuentra en lo más profundo del manantial, donde Dios es Dios. María se abre al misterio de Dios y es tanta la alegría que siente al ver cómo es Dios que no puede hacer otra cosa que cantar con júbilo.
Su canción es una gran noticia para toda persona.
Magnificat ( kairoi)
PADRE NUESTRO…
DIOS TE SALVE MARIA…
GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPIRITU SANTO…