¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Reencontrándonos con los amigos y compañeros…, descubriendo las diferencias que nos hacen distintos pero que, juntos y sumando, nos hacen a todos ser mejores y más importantes…
Hacemos nuestra oración de esta mañana con este texto del evangelio adaptado.
Mucha gente iba con Jesús. Un día, él les dijo: «Si alguno viene conmigo, tiene que dar más importancia a lo que yo le proponga que a cualquier otra cosa. Más incluso que a sus padres, a sus amigos, a sus cosas…Sé que es difícil, pero tenéis que aprender a cargar también con vuestra cruz».
Entonces los animaba a pensarse bien las cosas. «Veréis, esto es como si te vas a construir una casa. Si la empiezas, y luego resulta que no tenías dinero para hacerla, se te va a quedar todo a la mitad. Ya verás qué faena. O si vas a jugar un partido, y quieres jugar tú solo contra diez, ¿no es mejor pensar bien y hacer equipos equilibrados? Si no, el partido va a ser muy aburrido.
Pues también tenéis que pensar que vivir mi evangelio es difícil. Es bonito, pero difícil. Es exigente. ¿Estáis dispuestos?»
Terminamos rezando juntos la siguiente oración:
ORACIÓN
Aunque a veces no entiendo lo que pides,
o me parece imposible…
Aunque tu mensaje es exigente y difícil…
Aunque a veces me apetecería hacer otras cosas…
Al final, sé que lo que pides me hace mejor…
…porque Tú eres mi Padre, confío en ti.
Decimos juntos:
Padre nuestro….
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…