¡Buenos días a todos!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
LECTURA: JESÚS SANA A DIEZ LEPROSOS (cf. Lc.17, 11-19)
Un día Jesús caminaba hacia Jerusalén.
Iba a entrar en un pueblo y se acercaron
diez leprosos. Los leprosos en Israel tenían
prohibido acercarse a los sanos, por sí
los contagiaban. Por eso, se detuvieron
lejos y gritaban fuerte, para que Jesús los
oyera: «Ayúdanos», «Ten compasión de
nosotros». Jesús, también de lejos, les dijo:
«Id a ver a los sacerdotes del templo».
Ellos se marcharon y, cuando iban de
camino, se dieron cuenta de que habían
desaparecido las manchas de la lepra y que estaban curados. Se pusieron contentísimos, a gritar, reír, abrazarse. Todos se fueron corriendo a sus casas. Menos uno, que dio la vuelta y volvió a buscar a Jesús, y en cuanto lo vio cayó de rodillas y se abrazó a sus piernas, para darle las gracias.
Cuando Jesús lo vio, dijo: «¿Y los demás? ¿No han tenido ni tiempo para dar las gracias?» Entonces se agachó hacia el que había vuelto, que era un samaritano (los judíos despreciaban a los samaritanos, porque decían que no cumplían la ley) y comentó: «Este extranjero es el único que ha entendido de verdad». Y le dijo: «Levántate y vete, que tu fe te ha salvado».
EXPLICACIÓN
Sed siempre agradecidos. Incluso hasta parecer pesados. La palabra “gracias», debéis pronunciarla siempre que os salga del corazón, por todo lo que recibimos a diario. Hoy el evangelio nos presenta una escena de desagradecidos… Solo un leproso de diez que fueron curados por Jesús, volvió para darle gracias. Los otros nueve, ¿dónde están? – dijo Jesús extrañado.
En esta oración pedimos a Dios por la pronta recuperación de la señora Katherine Tamayo.
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Venerable Hermano Gabriel Taborin.
Ruega por nosotros