¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Ayer celebramos el tercer domingo de Adviento. En el evangelio, Juan el Bautista nos anima a preparar el camino… a preparar nuestro corazón para el nacimiento de Jesús. Proponemos hoy, como oración de esta mañana, una lectura adaptada del evangelio del ayer.
LECTURA: PREGUNTA DEL BAUTISTA Y TESTIMONIO DE JESÚS – (cf Mt 11, 2-11)
Juan esperaba que llegase el Mesías prometido por Dios. Cuando oyó las cosas que hacía Jesús, envió a sus amigos a que le preguntasen: “Pero ¿eres tú o no eres tú el Mesías?” Jesús, en lugar de contestar directamente, les dijo: “Contadle lo que veis, que los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, y los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el evangelio”. Los amigos de Juan volvieron a contarle todo eso, mientras Jesús se quedó enseñando a sus amigos. Y les decía que Juan era un verdadero profeta, el mensajero de Dios que tenía que preparar el camino de Dios.
ADVIENTO LLEGÓ
REFLEXIÓN
El mismo Juan Bautista que invitaba a todos a preparar el corazón para acoger a Dios, pregunta a Jesús si Él es el Mesías que todos esperan.
Jesús no le responde sí o no, les pide a sus amigos que le digan todas las cosas buenas que pasan cuando Jesús está cerca.
Si Jesús va a nacer en nuestro corazón también nosotros, como él, tenemos que ayudar a los que tenemos a nuestro alrededor:
– Compartid de lo que tenemos con quien no tiene y necesita.
– No hagáis daño ni os aprovechéis de los sencillos y de los indefensos.
– ¿Qué más podemos hacer para preparar nuestro corazón para acoger a Jesús en Navidad?
Pedimos a nuestra madre, María que nos ayude a preparar el corazón…
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
V/. Venerable Hermano Gabriel Taborin
R/. Ruega por nosotros