¡Buenos días!
Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Tenemos presentes en la oración de esta semana a todos los catequistas.
LECTURA: PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO (cf. Lc. 2, 22-40)
En tiempo de Jesús, la ley decía que todas las
madres debían ir al templo cuarenta días
después de nacer su hijo. Así que María,
junto a José y a Jesús, fueron al templo como
mandaba la ley.
La ley también pedía llevar una ofrenda:
un cordero y una paloma o tórtola. Como eran
pobres, José y María, llevaron dos palomas
blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón,
tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo
que Él sería la luz del mundo. Después, le dijo a María que iban a pasarle algunas cosas a Jesús que iban a ponerla muy muy triste.
CANCIÓN: TENGO UN AMIGO QUE ME AMA
ORACIÓN:
Jesús: Estoy contento
por muchas cosas.
Y te doy gracias,
porque estás siempre conmigo,
Como un amigo que nunca falla.
Gracias, Señor.
CUENTO: QUE LLEGA EL LOBO
ORACIÓN:
Jesús,
que, durante el día de hoy,
mientras trabajo, mientras juego,
me ayudes en todo lo que haga.
Que sea amable y bueno con todos.
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
CUARESMA
Y Cuaresma ¿qué significa?
La Cuaresma es un tiempo del año que consta de cuarenta días en que los cristianos celebramos y recordamos los últimos días que vivió Jesús antes de morir aquí en la tierra.
La Cuaresma no siempre cae en una fecha exacta. Pero siempre comienza en un día miércoles que se llama Miércoles de Ceniza y termina con el Domingo de Ramos.
Tú te preguntarás qué tiene que ver la ceniza con Jesús. El día de comienzo de la cuaresma se llama Miércoles de Ceniza porque a las personas que van a Misa ese día, el sacerdote les hace el signo de la cruz en la frente con sus dedos untados en ceniza. Si tú vas a Misa ese día, también te puedes poner en la fila y el sacerdote te pondrá un poquito de ceniza sobre tu frente.
Durante estas semanas vamos a intentar caer en la cuenta de todas aquellas cosillas que hacemos y que en el fondo sabemos que no están bien (no hacer las cosas del todo bien, hacer enfadar a los padres y profesores, no compartir nuestras cosas…)
A pesar de todo, Dios siempre está dispuesto a perdonarnos porque es nuestro Padre y nos quiere muchísimo… pero tenemos que aprender a reconocer cuando “metemos la pata” y a saber pedir perdón.