Iniciamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Hoy en nuestra oración de familia, te decimos:
Señor, haznos sensibles, tiernos, capaces de sentir en nuestra vida la pena, el dolor, el hambre de muchos de nuestros hermanos por el mundo. Sabemos que no podemos hacer “milagros” pero ayúdanos a no pasar de largo. Señor queremos ser jóvenes solidarios. Ayúdanos. Te lo pedimos, Señor.
Una gran canción para una gran obra. Rosa:
Terminamos este momento de oración dirigiéndonos a la fuente de este amor generoso:
PADRE NUESTRO…
DIOS TE SALVE MARÍA…
GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO…