Magníficat
Queridos Hermanos:
María hoy nos recuerda que todos participamos de la misericordia del Señor, pues ella es la portavoz de un pueblo que camina en la esperanza, aun en medio de las dificultades. La Virgen fiel a las promesas de la Salvación, con su vida nos comunica que es posible experimentar la mirada amorosa de un Dios que se abaja a nuestra realidad y comparte nuestros gozos y esperanzas.
En actitud de apertura a la misericordia del Señor iniciemos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Niño de Belén,
prepara nuestro corazón
para que podamos recibirte.
Ayúdanos a caminar juntos,
con la esperanza de evidenciar con nuestro testimonio,
actitudes de comunión, participación y misión
y permítenos comprender
que al abrazarte en el pesebre,
abrazamos de nuevo nuestra vida.
Amén.
LECTURA BÍBLICA:
Lc 1, 46 -56
En aquel tiempo, dijo María: Mi alma glorifica al Señor y
mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi Salvador, porque
puso sus ojos en la humildad de su esclava. Desde ahora
me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha
hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo
es su nombre, y su misericordia llega de generación en
generación a los que lo temen. Ha hecho sentir el poder
de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó
a los potentados y exalt ó a los humildes. A los
hambrientos colmó de bienes y a los ricos
los despidió sin nada. Acordándose de su
misericordia, vino en ayuda de Israel, su
siervo, como lo había prometido a nuestros
padres, a Abraham y a su descendencia, para
siempre.
María permaneció con Isabel unos tres meses
y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor .
REFLEXIÓN
El Magníficat es la oración con la que María alaba al Señor y sobre todo demuestra su alegría por ser partícipe de su
infinita misericordia. María siente la presencia de Dios en sus entrañas y encuentra su gozo en alabarlo, bendecirlo
y adorarlo.
Estamos llamados a reconocer en el Señor al Todo poderoso, que pone sus ojos en quienes se humillan, en quienes lo
reconocen como su creador, su salvador, su fin absoluto y como la totalidad de la misericordia, ya que ama y escucha al desvalido, Él cumple las promesas y a pesar de la desobediencia de su pueblo, no lo abandona.
Sra. Lorena Vanegas Quiroz
Presidenta del Movimiento Juan XXIII – Diócesis de Loja
- En el contexto de pandemia que vivimos ¿De qué manera hemos experimentado la misericordia de Dios?
- ¿Cómo podemos glorificar al Señor con nuestra vida?
COMPROMISO
Hacer un momento de oración con el Magníficat y repetir interiormente a lo largo del día una frase de este bello cántico.
PETICIONES
María nos enseña a confiar en la acción del Señor en nuestras vidas, por eso al presentar nuestras súplicas digamos:
Señor, ayúdanos a ser partícipes de tu misericordia.
- Por los sacerdotes, religiosos y consagrados para que su vida sea un canto de alabanza al Señor y puedan glorificarlo con su testimonio. OREMOS
- Por quienes están privados de la libertad, para que el sistema penitenciario sea un espacio propicio para su rehabilitación y, puedan así experimentar la misericordia del Señor en sus vidas. OREMOS
- Por todos quienes han olvidado rezar la Novena de Navidad, para que el Señor los acerque a su corazón amoroso y les permita prepararse para su llegada. OREMOS
DECIMOS JUNTOS:
PADRE NUESTRO…
DIOS TE SALVE MARÍA…
GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO…
ORACIÓN FINAL
Niño Jesús,
ven a nosotros,
entra en nuestros corazones
y enséñanos el camino que nos conduce a ti.
María,
danos docilidad y humildad,
para entrar en comunión con los planes de Dios.
José,
custodia nuestra fe,
ayúdanos a vivir en obediencia ,
y danos la gracia de escuchar la voz de Dios.
Sagrada Familia de Nazaret,
que nuestras familias sean el lugar propicio
donde podamos descubrir que es posible
vivir en comunión, participación y misión,
siempre a la luz de la Palabra
que ilumina nuestro deseo de “ caminar juntos”.
Amén.
Que junto a María podamos proclamar la misericordia del Señor que llega de generación en generación.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.